viernes, febrero 24, 2006

Coconauta en el espacio

El cocodrilo Rodrigo quería llegar a la luna. Desde muy chico se había imaginado viajando por el espacio atravesando las estrellas. Todos le decían que estaba loco del coco, nunca antes había habido un coconauta en el espacio. Pero estaba tan convencido que decidió armarse su nave y hacer realidad su sueño. En el galpón abandonado de un campo vecino, había una vieja heladera que pensó en usar como nave. Rodrigo muy decidido fue a buscarla. Echó a unos ratones que la usaba de mansión, la limpió y le puso un silloncito acolchado para viajar cómodo. La decoró con flores, guirnaldas y broches. Buscó miles y miles de cables larguísimos para enchufar la heladera y poder viajar hasta la Luna. Su mamá le hizo un traje espacial muy especial con papeles brillantes de colores. De casco usó una pecera. Estaba todo preparado para despegar cuando se oyó que le decían -"¡Rodrigo, no te olvides la bufanda!-. Su mamá, que le traía abrigo por si en espacio estaba fresquito. También le dio un sándwich de ranas y juncos por si le daba hambre en el viaje. Enchufaron la heladera y el motor hizo primeros ruidos. Pum..puff, pam, puff, Su hermano sostenía un sifón de soda por si algo se prendía fuego. La nave remontó vuelo y cada vez subía mas alto. Paso a los árboles, a los pájaros y también a los pajarones. El cable se estiraba. Pasó las nubes y los nubarrones hasta que se hizo oscuro y aparecieron las estrellas. La Luna estaba delante de él, se dirigía a toda velocidad. Pero que cosa! Ella parece estar mas cerca cuando se la mira desde abajo!. El cable se cortó y la heladera se quedaba sin potencia. Entonces el cocodrilo valiente, sacó sus patas y pataleó como lo hace en el agua. Cansado y casi sin aliento hizo el último esfuerzo y logró alunizar como pudo. La vista era mucho mas hermosa que lo que había imaginado. Las estrellas, el sol y los planetas era un espectáculo grandioso. Pero su nave se había desenchufado y no parecía haber ningún enchufe en la Luna. Así no iba poder volver a la tierra ni compartir tanta felicidad con su familia. De pronto sintió un fuerte ruido y la Luna tembló. Había llegado su hermano al rescate en una cortadora de pasto enchufada con el cable que se le cayó a Rodrigo y un poquito más que hizo falta agregarle. Así pudieron volver a su casa. La familia entera organizó una gran fiesta para su regreso, con manjares de sapos, mosquitos y cangrejos. Y esta fue la historia del cocodrilo Rodrigo, el primer coconauta en llegar a la luna en heladera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

necesito imágenes del cuento coconauta en el espacio

Guillermo Dufranc dijo...

Imágenes para qué? Quisiera aclarar que los cuentos están registrados con derechos reservados.

Saludos.